Había canciones que hablaban de panoramas vistos desde un puente.
De letras incandescentes.
De intentos de no morir fugados,
de palabras mal vividas y peor rodadas.
de estigmas que se creen ilusiones
y de sueños que no consiguen despertarse.
Los días difíciles
se disfrazan de instantes
que una vez fueron felices.
¿Por qué no celebramos nunca el resto de finales?