martes, 29 de noviembre de 2011

Nadie canta sobre el tiempo

No hablo de binomios
ni de ideas primitivas.
No mantengo el alma en formol,
a pesar de tener la estancia
llena de distancia.

Y si se escapan,
que no avisen.
Si huyen,
que lo hagan solos.

No pretendo consolarme,
a pesar de no saber,
o no ver más allá de mis estados.

Y aunque avanzo,
no llego a la altura de mi propio diccionario.
Si quisiera querer,
aprendería un idioma más barato.

No tengo el por qué,
para cuando lo vayas a perder,
no sabré decir,
pero tampoco lo pretendo.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Lo diferente

Aquí, en mi cama,
eres tan diferente, tan famosa,
que ni nos conocemos.

Debía ser,
aquella parada,
la línea 3,
otra canción atrapada.

De abril a noviembre,
no hay frío con disfraz,
ni enero con más miedo
por verte la verdad de cerca.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Mojado blues (triple destilado)

La lluvia que se escucha
es ácida.
Cualquiera que la sienta,
la nota.
Si pudieras huir
de este blues.
Dejándote detrás
a medianoche.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Asteroide

No serías capaz,
ni capaz si quiera
de controlar el nervio
que se hincha,
cuando hierven las venas,
con el contacto simple
de mis manos en la tierra.

No intentarías
por más que lo imposible,
se metiera en tus barreras
y fingieras,
no reconocer, ni aún conociendo,
todos los males diarios,
escritos a quemarropa.

No te estrellarías
en este lado del presente,
ni aún cercando desde lejos,
las pieles semidesnudas,
mis frases intermedias,
dejadas a medio vestir,
desesperadas quizá,
por la ausencia de tus puntos finales.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Blackbird

¿Qué ha pasado? ¿Qué?
Si se ha ido la magia en un vuelo.

¿Qué verbo ilumina,
cuando se ha fundido la luz?
Iluminados bajo el hielo
es la elección de este apagado.

¿Quién pregunta acerca de,
cuando no hay pájaro negro?
Las alas apuñaladas,
así reflejan mis miedos.

Desprotegido, despierto,
aquí no queda pregunta,
ni se merece otro verso
que hable de mi propio Universo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Apuntes (O de cómo no hay que apuntar)

Con escopetas disparamos
a sujetos y predicados.
Tenemos polinomios que resolver
y matemáticas para rato.

Geografía humana
tumbada sobre la cama,
inunda la ruta interminable
con filosofía de besos inservibles.

Te quiero con "peros",
pero no me envíes más señales.
Te echaría de menos,
pero ese cuento ya no existe.